LEOPOLDO PRESAS
A los 94 años de edad, en su casa de Núñez, falleció el maestro Leopoldo Presas, una de las personalidades más respetadas de la comunidad artística.
Había nacido en el Bajo Flores, el 21 de febrero de 1915. No conoció a su padre. Su madre Manuela, era Uruguaya, y sus abuelos gallegos. Su infancia transcurre rodeado de 23 tíos, que fueron sus mejores maestros. Durante su adolescencia, sus temas predilectos fueron las carreras de caballos, las cartas y el boxeo.
Su biografía pictórica apunta que a los 17 años se inició con el pintor y grabador Adolfo Sorzio y que realizó cursos libres junto a Lino Enea Spilimbergo. En sintonía con el surrealista grupo Orión, expuso por primera vez en 1939. Insólitamente, Presas abandonó la pintura durante siete años y se dedicó al estampado de telas. Fue Santiago Cogorno quien lo alentó a retornar a la pintura y en 1947 realizó su primera muestra individual.
A partir de entonces, delineó su prestigio como Presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. Deslumbró en París. Su obra figurativa de alto contenido expresionista, abarcó todas las temáticas durante siete décadas, destacándose el motivo de la mujer, la serie dedicada a Chesterton y sus obras religiosas.
FUENTE: El libro el arte de los argentinos de Ignacio Gutierrez Zaldivar – PRESAS-
y Web.
A los 94 años de edad, en su casa de Núñez, falleció el maestro Leopoldo Presas, una de las personalidades más respetadas de la comunidad artística.
Había nacido en el Bajo Flores, el 21 de febrero de 1915. No conoció a su padre. Su madre Manuela, era Uruguaya, y sus abuelos gallegos. Su infancia transcurre rodeado de 23 tíos, que fueron sus mejores maestros. Durante su adolescencia, sus temas predilectos fueron las carreras de caballos, las cartas y el boxeo.
Su biografía pictórica apunta que a los 17 años se inició con el pintor y grabador Adolfo Sorzio y que realizó cursos libres junto a Lino Enea Spilimbergo. En sintonía con el surrealista grupo Orión, expuso por primera vez en 1939. Insólitamente, Presas abandonó la pintura durante siete años y se dedicó al estampado de telas. Fue Santiago Cogorno quien lo alentó a retornar a la pintura y en 1947 realizó su primera muestra individual.
A partir de entonces, delineó su prestigio como Presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. Deslumbró en París. Su obra figurativa de alto contenido expresionista, abarcó todas las temáticas durante siete décadas, destacándose el motivo de la mujer, la serie dedicada a Chesterton y sus obras religiosas.
FUENTE: El libro el arte de los argentinos de Ignacio Gutierrez Zaldivar – PRESAS-
y Web.
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